sábado, 13 de febrero de 2010

el sindrome MALCO

14-18 años: NO TENER DONDE

En la adolescencia, el gran estigam sexual no es la falta de experiencia sino la de un lugar adecuado para concretar. Vivimos con la familia, no podemos entrar en un hotel alojamiento y el dinero escaso limita el ingenio. El sexo, por decirlo de alguna manera, esta cerquita, pero atras de una muralla.
¿El resultado? tension, peleas y portazos con cualquiera que se interponga entre la cama y nosotras. Maestros, padres rigidos, patovicas... todos son el enemigo. Vivimos en una especie de excitacion continua, molesta, pegajosa, que nos empuja a buscar paliativos para soportar la obligada castidad: horas de besos interminables, manitas en las piernas, llamadas por telefono a toda hora, prolongados encierros con la musica bien fuerte y cualquier tipo de contacto fisico de contrabando, que haga mas liviana la dieta sexual. Basta con ir a una plaza, a un boliche, a un local de fast food para ver adolescentes apilados, besandose hasta la asfixia, empujandose o tirandose encima de otros, como autos que viven calentando el motor, pero nunca arrancan en serio. La situacion es dura incluso para quienes consiguen concretar, porque las ganas no siempre coinciden con la oportunidad. Siempre hay una madre que vuelve antes de tiempo o un hermanito que golpea la puerta y pregunta que estamos haciendo.

Jua jua, leyendo una revista interesante habia un articulo del sindrome malco y que son 4 etapas. La primera y la que mas me importa es la que acabo de escribir.

Guacho cuanta razon tiene eso por dios.

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