Un cuento

La señora Bixby y el saco del coronel

La señora Bixby era una mujer casada con un dentista que, todos los años viajaba a un pueblo en Inglaterra (no recuerdo cuál) para, supuestamente, visitar a su tía Maude. Sin embargo, este familiar no existía, y la verdadera razón por la cual realizaba estos viajes era para verse con un amante suyo que resultaba ser un coronel.

Un día, la señora Bixby se encontraba en la estación de trenes para regresar a su casa, luego de haberse encontrado con el coronel, de repente llegó uno de los empleados de este y le entregó una caja que contenía un regalo.

Una vez adentro del tren, abrió dicha caja y encontró un sobretodo que le parecía realmente hermoso y una nota escrita por el coronel en la cual afirmaba que le enviaba el regalo para que se acordara de él cuando no pudieran verse (por supuesto, que esta prenda se la mandó con el objetivo de incomodarla y llamar la atención de su esposo).

Cuando regresó a Londres, la ciudad en la cual vivía, la señora Bixby decidió llevar el sobretodo a un negocio en el cual debía entregar dinero y, en consecuencia, recibía un ticket para que pasara a retirarlo cuando quisiera; sin embargo, se corría el riesgo de que una persona lo viera en vidriera y decidiera comprarlo (hecho que, de cualquier manera, no ocurre en el cuento).

De vuelta en su casa, habló con su marido y le mintió diciéndole que se había encontrado el ticket en un taxi. De esta manera, el hombre afirmó que se haría cargo e iría el mismo a buscar el paquete para ver de qué se trataba.

A la mañana siguiente, la señora Bixby se dirigió al consultorio de su marido y se encontró allí con un paquete divinamente envuelto pero se llevó la sorpresa de su vida cuando vio que en su interior, había tan sólo un cuello de piel, no podía creerlo y se preguntaba qué había ocurrido con su tapado. La respuesta rápidamente llegó cuando, mientras esperaba a su marido en la sala de estar, vio salir del lugar a su secretaria con la prenda que le había regalado el coronel. Por consiguiente, podemos ver que la señora Bixby no era la única que tenía un amante sino también su marido.